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Hace varios meses, en nuestra pequeña/grande iglesia rural, Dios nos habló a través de dos de los nueve dones del Espíritu Santo (1 Corintios 12:10). Los dones sobrenaturales fueron el don de lenguas y el don de interpretación de lenguas. El mensaje a la congregación fue que Dios nos iba a enseñar a hablar. Si consideramos que toda nuestra existencia se basa en las palabras, entonces aprender a hablar —hablar las palabras correctas— es gran cosa.
¡Toda nuestra estructura molecular está hecha literalmente de palabras! Incluso nuestro ADN, que contiene las instrucciones de la vida, es un producto de palabras. El ADN utiliza un alfabeto de cuatro letras que se organiza en palabras, oraciones, párrafos, capítulos y libros para transmitir sus instrucciones de construcción. Los biólogos lo han llamado “el libro de la vida,” ¡y sin duda lo es!
El Dios de la Biblia es el Dios de palabras. Juan 1:1:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
El nombre de nuestro Señor Jesucristo se menciona en Apocalipsis 19:13 como “EL VERBO DE DIOS.” Todas las cosas fueron creadas por la Palabra de Dios, incluso de lo invisible.
El primer acto divino de sus hijos se manifiesta en el uso de palabras. Romanos 10:10:
Porque con el corazón se cree para justicia; y con la boca se hace confesión para salvación.
Aquí es donde el hijo de Dios comienza a aprender a hablar, y el camino que sigue es una gloriosa senda de la Palabra.
Estimado visitante, ¿aun no has NACIDO DE NUEVO, como Jesús declara en Juan 3:3?
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.
En unos momentos, te invitaré a que me siguas en un simple mensaje, y si lo haces de todo corazón, todo cambiará al instante. Hoy… todo tu pecado y tu vergüenza serán lavados por la sangre purificadora de Cristo. Hoy… todas las ataduras de Satanás en tu vida serán rotas. Hoy… comenzarás a aprender a hablar. Las promesas de Dios que te esperan son increíbles. Aquí está el mensaje que te prometí: Haz clic en “Más allá con Jesús” para recibir instrucciones sencillas y la entrada inmediata al Reino de Dios. AHORA, EL TEMA DE HOY.
DIOS DIJO, Isaías 55:7-9:
7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
DIOS DIJO, Isaías 66:1-2:
1 Así dice Jehová: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde está el lugar de mi reposo?
2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas llegaron a ser, dice Jehová; pero a este hombre miraré; al que es pobre y contrito de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
DIOS DIJO, Colosenses 1:12:
dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
EL HOMBRE DIJO: En lo que a mí me importa, el universo gira a mi alrededor. El Dios de la Biblia no tiene lugar en mis planes. ¡¿Qué?! ¡¿Este es mi lecho de muerte?! ¡Oh, Dios, ¡sálvame!
Ahora, EL REGISTRO: Bienvenidos a GodSaidManSaid función 1288, que certificará una vez más la infalibilidad sobrenatural y perfecta del hermoso Libro de Dios, la Santa Biblia. Todas estas maravillosas funciones están archivadas aquí en texto y audio para tu edificación y para ser usadas como cebo para los pescadores de hombres de Dios. Cada jueves por la noche, si Dios quiere, crecen por uno.
Gracias por tu visita. Que la Palabra de Dios brille sobre ti y tu casa con Luz y Verdad.
Siempre terminan aquí. Por más que esquiven, griten y discutan, siempre terminan aquí, y como resultado de su falta de instrucción —como la que se recibe en la escuela dominical— ¡son completamente inconscientes des que están aquí! Ellos, la élite intelectual del mundo, son líderes ciegos de los ciegos. ¡Los “más sabios” entre nosotros han convencido tanto a sus alumnos ciegos como a sí mismos de que pueden ver, cuando en realidad son ciegos! Esta función sobre luz demostrará el dilema en el que se encuentran. 1 Corintios 1:18-21 lo explica claramente:
18 Porque la predicación de la cruz es locura a los que se pierden; pero a nosotros los salvos, es poder de Dios.
19 Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos.
20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este mundo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
21 Y ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de la sabiduría; agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
A lo largo de los años, GodSaidManSaid ha publicado numerosos artículos sobre el maravilloso tema de luz. En esta breve serie, visitaremos el tema de luz de nuevo.
1 Juan 1:5:
Y este es el mensaje que oímos de Él, y os anunciamos; que Dios es luz, y en Él no hay ningunas tinieblas.
La revelación de este versículo abre la puerta a un glorioso misterio tras otro y responde a las preguntas más difíciles. ¡Qué agrupación de palabras tan extrañas: “¡Dios es luz, y en Él no hay ningunas tinieblas!”
Isaías 24:23 habla proféticamente de Cristo:
Entonces la luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine gloriosamente en el monte de Sión, y en Jerusalén, y delante de sus ancianos.
Jesús ora al Padre en Juan 17:5:
Y ahora, oh Padre, glorifícame tú contigo mismo, con la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
2 Tesalonicenses 2:8 habla del regreso de Cristo Jesús en la batalla de Armagedón:
Y entonces será revelado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
Dios es luz. Dios posee todos los atributos de luz — o, mejor dicho, la luz posee todos los atributos de Dios. Algunas de las reflexiones que siguen podrían parecer irónicas, pero no adelantes.
Si Dios es luz —y la Biblia afirma que lo es— entonces puede viajar al menos a la velocidad de la luz. La luz viaja a 186,282,3968 millas o 299,792,4576 km por segundo. Multiplica ese número por 60 y obtendrás millas/km por minuto. Multiplica ese número por 60 minutos y la velocidad de luz será de 670,616,629 millas o 1,078,616,629 km por hora.
Isaías 55:7-9:
7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Los pensamientos y los caminos de Dios no son los pensamientos ni los caminos del hombre. Considera Isaías 66:1-2:
1 Así dice Jehová: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde está el lugar de mi reposo?
2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas llegaron a ser, dice Jehová; pero a este hombre miraré; al que es pobre y contrito de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Dios es eterno, desde la eternidad hasta la eternidad, y el tiempo no es consecuente para Él. …Pero, por ahora, es todo para nosotros. Nuestras vidas se comparan con un vapor — como el vapor que sale de una olla de agua hirviendo. Santiago 4:14:
cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
Intentemos comprender la velocidad de luz y cómo se relaciona a nosotros. Para este ejemplo, he asignado 8 km/h como la velocidad promedio de desplazamiento a pie de un ser humano—no corriendo ni caminando, sino trotando. Si Dios es luz (y lo es), entonces puede viajar al menos a la velocidad de la luz— 1,078,616,629 km por hora. Dividiendo esa cifra entre 8 km/h (la velocidad promedio de desplazamiento a pie de un ser humano), y Dios es 134,123,626 veces más rápido que un ser humano — no corriendo ni caminando, sino trotando.
Al considerar los cálculos y sus supuestos en este artículo, es importante recordar que Dios es atemporal, de la eternidad a la eternidad, y que incluso lo llena todo—pero este ejercicio ayudará a poner en perspectiva nuestra existencia, así como la de la Tierra y su universo.
Una pregunta compleja que a menudo nos planteamos es cómo pudo Dios crear la Tierra y todas sus formas de vida, el universo y todas sus estrellas, lunas y planetas, en tan solo seis días de 24 horas. Éxodo 20:11:
Porque en seis días hizo Jehová el cielo y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó.
Los seis días de la creación de Dios concluyen con la frase: “…y fue la tarde y la mañana.” El primer día termina en Génesis 1:5:
Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana el primer día.
En nuestro ejemplo de la velocidad de luz, Dios es 134,123,326 veces más rápido que el ser humano. Si dividimos ese número entre los días de un año (365), un “día humano” equivaldría a 367,461.2 años en el cálculo de la velocidad de la luz. Para el ser humano fueron 24 horas, pero los caminos de Dios no son nuestros caminos. Observemos cómo contrasta esta diferencia en Isaías 55:8-9:
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Según el aclamado cronista arzobispo Ussher, autor de la magna obra Anales del Mundo a mediados del siglo XVII, la creación del mundo por Dios comenzó la noche antes del 21 de septiembre de 4004 a. C. Esta fecha corresponde al calendario gregoriano, el cual utilizamos hoy. La obra comenzó en lo que comúnmente se llama domingo, que la Biblia reconoce como el primer día de la semana, o el Día del Señor.
1 Juan 1:5:
Y este es el mensaje que oímos de Él, y os anunciamos; que Dios es luz, y en Él no hay ningunas tinieblas.
Si sumamos el año 4004 a. C., fecha en que Ussher calculó que comenzó la Creación, al año 2025 d. C., obtenemos una Tierra y un universo con 6029 años. Esto equivale a 2,202,092 días, incluyendo los años bisiestos. Según los cálculos basados en la velocidad de la luz, un día humano equivale a 0.000000007 de un día de Dios. 6,029 años son aproximadamente 21.6 minutos en “tiempo divino.” Isaías 55:9:
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Viendo la perspectiva de Dios , la situación es considerablemente diferente. Moisés escribió el primer versículo del capítulo 1 del Génesis hace casi 4000 años. Según los cálculos basados en la velocidad de la luz, eso fue hace poco más de 14 minutos. Isaías 55:9:
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Dios es luz. Considera lo que algunos científicos afirman sobre el misterio de luz. El Dr. Jason Lisle contribuye con un capítulo al libro Fundamentos de la Creación y Más Allá:
La verdadera pregunta es: ¿Utiliza la Biblia la SA [sincronía anisotrópica; anisotrópica significa ‘no igual en todas las direcciones’] o alguna otra convención? Sugiero que la Biblia sí utiliza la SA, o al menos su equivalente funcional, porque implica que la luz de las estrellas tarda prácticamente nada en llegar a la Tierra. Consideremos Génesis 1:14-15. Esto indica que las lumbreras del cielo (que incluyen las estrellas; ve el versículo 16) fueron creadas “para alumbrar sobre la tierra.” Y el texto también afirma, “y fue así”— confirmando que las estrellas, en efecto, alumbraron la tierra instantáneamente, o al menos ese día. Además, las culturas antiguas no restaban el tiempo de viaje de la luz a los eventos celestiales. En la práctica, utilizaban el sistema SA, aunque no lo percibieran así conscientemente.
Dado que la Biblia parece usar el sistema SA, y puesto que aún podemos usarlo hoy, la luz de las galaxias más lejanas llega a la Tierra en un instante. Si, en efecto, la Biblia usa la convención SA, entonces no existe ningún problema con la luz estelar distante. Y nunca lo ha habido. La idea de que la Biblia usa un sistema equivalente al SA para marcar el tiempo se denomina “modelo SA.”
El Dr. Gary E. Schwartz, científico de gran prestigio y autor de *Los Experimentos G.O.D.* escribe lo siguiente sobre la maravilla de los fotones, paquetes de luz provenientes del sol y la energía a partir de la cual se crea toda la materia:
Sin embargo, existe una curiosa propiedad de los fotones —incluidos los visibles— que por años me pareció particularmente extraña hasta que me pregunté: si los fotones fueron diseñados de esta manera, ¿cuál era el propósito de dicho diseño? La palabra “extraña” es un término modesto para este hecho verdaderamente asombroso de los fotones. Un término más preciso sería “más que extraordinario.” Muchas personas que descubren este hecho se asegurarán de no olvidarlo jamás. Es más, si se buscara un fenómeno que mereciera la denominación de “milagro,” sería esta propiedad de los fotones.
Los fotones no solo poseen una especie de inmortalidad —lo que nos permite ver la luz que ha viajado por millones, si no miles de millones, de años— sino que también proporcionan información con tal precisión y exactitud que cantidades ingentes de información pueden estar contenidas en espacios inconcebiblemente pequeños. [Fin de la cita]
Otro científico de gran prestigio, el Dr. Michael Guillen, autor del libro Creer es ver, expone los siguientes puntos clave sobre la luz:
La luz tiene un estatus sagrado en el universo.
Tanto la cosmovisión científica como la cristiana coinciden en que la luz —y su equivalente, Dios— tiene un estatus sagrado en el universo. En concreto, afirman lo siguiente:
⦁ Ciencia: Según la relatividad especial, la velocidad de luz —representada por la letra c— es un número sagrado y una constante universal.
⦁ Cristianismo: Según la Biblia, Dios —representado por las letras griegas alfa y omega— es sagrado y universal. “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. No hay Dios fuera de mí.”
• Ciencia: A la velocidad de luz, el tiempo se detiene. Por lo tanto, la luz no está sujeta al tiempo. Es un fenómeno atemporal.
• Cristianismo: Dios creó el tiempo; por lo tanto, existe fuera de él. Por consiguiente, Dios no está sujeto al tiempo. Es una entidad atemporal.
Cuando leí por primera vez el relato bíblico de la zarza ardiente, me pareció extraño que Dios le dijera a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros.”
Pero tras analizar la luz desde una perspectiva científica y bíblica, comprendí que es precisamente lo que un ser atemporal diría de sí mismo. Diría: “No tengo pasado, presente ni futuro. Simplemente soy. Soy el que soy.”
Dios es luz y sus pensamientos no son los del hombre, ni sus caminos son los del hombre; pero este escenario cambia radicalmente al lugar que Jesucristo llama NACER DE NUEVO. Anteriormente, en Santiago, leíste que nuestra vida física se compara a un vapor, y si consideramos la velocidad de la luz, esta comparación resulta bastante acertada. Pero lo maravilloso y glorioso es que, a través de Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, “…la Luz verdadera” (Juan 1:9), los NACIDOS DE NUEVO pasan de ser vaporosos a alcanzar una inmortalidad gloriosa y magnífica. Considera estos versículos maravillosos:
🕇 Apocalipsis 22:5: Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lámpara, ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán por siempre jamás.
🕇 Colosenses 1:12: dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
🕇 Jesús dice en Mateo 13:43: Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
La ciencia afirma que, a la velocidad de luz, el tiempo se detiene. Siempre terminan aquí.
DIOS DIJO, Isaías 55:7-9:
7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
DIOS DIJO, Isaías 66:1-2:
1 Así dice Jehová: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde está el lugar de mi reposo?
2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas llegaron a ser, dice Jehová; pero a este hombre miraré; al que es pobre y contrito de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
DIOS DIJO, Colosenses 1:12:
dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
EL HOMBRE DIJO: En lo que a mí me importa, el universo gira a mi alrededor. El Dios de la Biblia no tiene lugar en mis planes. ¡¿Qué?! ¡¿Este es mi lecho de muerte?! ¡Oh, Dios, ¡sálvame!
Ahora tú tienes EL REGISTRO.
Referencias:
Reina Valera Gómez 2010
Guillen, M., Believing is Seeing, Tyndale Refresh, 2021
Morris, H., et al, Creation Basics & Beyond, Institute for Creation Research, 2013
Schwartz, G., and Simon, W., The G.O.D. Experiments, Atria Books, 2006