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Los geólogos dicen sí a la crucifixión

La historicidad de Jesucristo ha sido rotundamente cuestionada por quienes niegan a Cristo por algún tiempo, pero no durante la época de Cristo. Las autoridades judías en la época de Jesús no negaron su existencia, simplemente intentaron desacreditarlo. No negaron sus milagros, sino que los atribuyeron a la brujería. Ahora EL REGISTRO.

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Los geólogos dicen sí a la crucifixión

Artículo#: 2109

GodSaidManSaid es un texto de prueba. Este es la función de prueba n.° 506 que certifica la inerrancia de las Sagradas Escrituras. Estos artículos se archivan en texto y audio. Cada jueves por la noche, si Dios quiere, crecen en uno. La Santa Biblia se prueba aquí académica y pragmáticamente, empleando los campos de la historia antigua, la arqueología, la paleontología, la geología, la microbiología, la medicina, la probabilidad y los resultados comparativos, etc. Pero hay una prueba más que todas estas, y es la certificación personal del Espíritu de Dios, el creador de todo lo anterior. Romanos 8:15-17:

15 Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: Abba Padre.

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo; si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos también glorificados.

¿Te gustaría experimentar esta prueba personal de que Dios existe? ¿Te gustaría tener la certeza de que eres hijo de Dios? Jesucristo llama a este lugar secreto de revelación personal "nacer otra vez." Juan 3:3:

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.

¿Has NACIDO DE NUEVO? Que hoy sea tu día de salvación. Haz clic en "Más allá con Jesús" para obtener instrucciones sencillas y la entrada inmediata en el Reino de Dios. AHORA, EL TEMA DE HOY.

DIOS DIJO, Mateo 27:45-54:

45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

46 Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

47 Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama Éste.

48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber.

49 Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.

51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló, y las rocas se partieron:

52 Y los sepulcros fueron abiertos, y muchos cuerpos de los santos que habían dormido, se levantaron;

53 y saliendo de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.

54 Y el centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente Éste era el Hijo de Dios.

EL HOMBRE DIJO: No hay ni una pizca de evidencia de que un hombre llamado Jesucristo haya vivido jamás.

Ahora, EL REGISTRO. La historicidad de Jesucristo ha sido rotundamente cuestionada por quienes niegan a Cristo por algún tiempo, pero no durante la época de Cristo. Las autoridades judías en la época de Jesús no negaron su existencia, simplemente intentaron desacreditarlo. La postura oficial judía era y sigue siendo que Jesucristo no era el Mesías, sino un bastardo y un hechicero. La retórica descriptiva —bastardo y hechicero— puede haber cambiado, pero no la postura oficial judía. Para los judíos incrédulos, las dos descripciones anteriores son cruciales. Primero, si Jesucristo nació de la Virgen María, entonces cumplió la maravillosa profecía del Antiguo Testamento en Isaías 7:14:

Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.

Emanuel significa "Dios con nosotros." El apóstol Mateo citó la profecía de la virgen en el capítulo 1:23:

He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emmanuel, que interpretado es: Dios con nosotros.

Por lo tanto, la postura oficial judía debe ser que Jesucristo fue un hijo bastardo y no nacido de una virgen, o habrían crucificado a Cristo, su Mesías. En segundo lugar, si Jesucristo realizó los milagros maravillosos, de los cuales solo unos pocos se mencionan en las Escrituras, entonces estos milagros fueron el respaldo de Dios a su ministerio. Jesús dijo en Juan 14:10-11:

10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras.

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

Las autoridades no negaron los milagros. Los atribuyeron a la brujería, o si no a la brujería, crucificaron a su Mesías.

No queremos meter a todo el pueblo hebreo en el mismo saco con sus líderes judíos, pues muchos judíos han sido lavados en la sangre de Cristo. Romanos 11 habla de la ceguera espiritual de la nación de Israel, resultado de su desobediencia, que también abrió las puertas de la redención a los gentiles. El profeta Zacarías señaló el tiempo del Armagedón, cuando Israel, como nación, volverá a entregar su corazón a las Escrituras y a su Mesías, Jesucristo, el Señor de la Gloria. Sin embargo, la jerarquía judía actual es un anticristo de verdad. 1 Juan 2:22-23:

22 ¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, que niega al Padre y al Hijo.

23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre.

1 Juan 4:3:

y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo.

Desafortunadamente para quienes niegan a Cristo, existe una plétora de hechos históricos que proclaman un rotundo "¡SÍ!" al relato bíblico de este Jesús. Una nueva investigación publicada en la edición de octubre de 2010 de Acts & Facts se suma a la abrumadora evidencia empírica acumulada contra los enemigos de la cruz de Cristo. El artículo fue escrito por el renombrado geólogo Dr. Steven Austin, bajo el título " Greatest Earthquakes of the Bible (Los terremotos más grandes de la Biblia)." A continuación, se presentan varios párrafos:

Recientemente, los geólogos han investigado la cronología de 4,000 años de las perturbaciones sísmicas en los 5.8 metros superiores de sedimento laminado del Mar Muerto. Las aguas hipersalinas preservan los sedimentos laminados estacionalmente porque los organismos no pueden vivir ni excavar en el lecho del lago. Como resultado, solo un terremoto cercano (o un terremoto distante de gran magnitud) puede homogeneizar las capas superiores de sedimentos del lago, produciendo una "capa mixta" sin laminaciones. En la Figura 1 se muestra un boceto de un núcleo de sedimento del lado oeste del Mar Muerto. El boceto muestra la profundidad de las "capas mixtas" dentro de la secuencia de sedimentos laminados. Dos capas mixtas más profundas en el Mar Muerto se pueden datar a partir de asociaciones históricas, arqueológicas y geológicas con fallas— los terremotos del 31 a. C. (el terremoto de Qumrán) y del 750 a. C. (el terremoto de Amós). Otros terremotos están representados en el núcleo de sedimentos del Mar Muerto, cuyas fechas se aproximan asumiendo una tasa constante de sedimentación. [Fin de la cita]

Bajo el título "Destrucción de Sodoma y Gomorra," el Dr. Austin escribe:

Un desastre conocido como "derrocamiento" se produjo alrededor del año 2050 a. C. sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra (Génesis 19:24-28). Ese evento fue tan espectacular, rápido y completo que se volvió proverbial por la severidad del juicio que la justa ira de Dios podía imponer.

Dos yacimientos arqueológicos de la Edad del Bronce Antiguo al sureste del Mar Muerto (Bab edh-Dhra y Numeira) revelan evidencia de colapso catastrófico y quemaduras a lo largo de la falla fronteriza oriental de la Falla Transformante del Mar Muerto. Es probable que estos dos yacimientos sean los restos de Sodoma y Gomorra. Una gruesa zona perturbada dentro del núcleo de sedimentos del Mar Muerto, atribuible al evento de Sodoma y Gomorra, se encuentra a una profundidad de aproximadamente 5.6 metros. [Fin de la cita]

Bajo el encabezado "La Caída de Jericó," el artículo continúa:

La muralla de la ciudad fortificada de Jericó se derrumbó repentinamente después de que los israelitas marcharan alrededor de la ciudad siete veces (Josué 6). El relato bíblico no menciona específicamente un terremoto, pero la tierra habría sido sacudida por el derrumbe de la muralla. Las excavaciones arqueológicas en Jericó confirman que la enorme muralla, hecha de adobe, se derrumbó en la época de la conquista, alrededor del 1400 a. C. El sitio de la antigua ciudad de Jericó se asienta directamente sobre una gran falla asociada con el Valle del Rift del Jordán. Sorprendentemente, el núcleo de sedimentos del Mar Muerto presenta una distintiva capa de sedimentos mixtos a una profundidad de 4.5 metros, evidencia de un gran terremoto que ocurrió alrededor del 1400 a. C. [Fin de la cita]

Los siguientes extractos se encuentran bajo el encabezado "Terremoto de Qumrán del 31 a. C." y "La Crucifixión en Jerusalén, 3 de abril del 33 d. C.":

Unos sesenta años antes del ministerio de Cristo, un pequeño grupo de levitas copió las Escrituras en rollos en la pequeña aldea de Qumrán, en el desierto al noroeste del Mar Muerto. En el año 31 a. C., se produjo un gran terremoto a lo largo de la Falla de Jericó, en la orilla occidental del Mar Muerto. El terremoto secó el manantial principal de Qumrán y agrietó gravemente la arquitectura. Evidencias espectaculares del terremoto se observan en excavaciones recientes en Qumrán, en las grietas de las escaleras dentro de los baños rituales. Se pueden observar superficies de fallas acanaladas (lo que los geólogos llaman "slickensides") y rupturas del terreno dentro del sedimento del lago justo al sur de Qumrán. Josefo escribió sobre la devastación regional causada por el terremoto y dijo que 30,000 hombres perecieron. Los sobrevivientes enterraron los Rollos del Mar Muerto y Qumrán quedó abandonada después del terremoto. La Biblia, por supuesto, guarda total silencio sobre este terremoto y otros eventos durante el período Inter testamentario. Sin duda, todos en los tiempos del Nuevo Testamento sabían de antepasados que murieron en ese evento.

Después de tres horas de oscuridad al mediodía del 3 de abril del año 33 d. C., el Señor Jesús exclamó: "¡Consumado es!" al morir en la cruz. Inmediatamente, el velo del santuario del templo se rasgó, se produjo un gran terremoto, se rompieron rocas y muchos santos muertos resucitaron de sus tumbas (Mateo 27:51-54). El terremoto que acompañó a la muerte de Cristo destacó la gran salvación que se había logrado ese día en la cruz.

Un afloramiento de sedimentos laminados del Mar Muerto se puede observar en Wadi Zeelim, sobre la costa suroeste del actual Mar Muerto, cerca de la fortaleza de Masada. En este afloramiento se encuentra una distintiva "capa mixta" de sedimentos de 30 cm de grueso, estrechamente vinculada a las rupturas terrestres del terremoto de Qumrán del año 31 a. C. (véase la Figura 2). Treinta centímetros por encima del lecho del evento del año 31 a. C. se encuentra otra distintiva "capa mixta" de menos de dos centímetros de grueso. La tasa de sedimentación sitúa este segundo terremoto unos 65 años después del terremoto del 31 a. C. Parece que el terremoto de la crucifixión del 33 d. C. tuvo una magnitud de 5.5, dejando evidencia física directa en una fina capa de sedimento removido del Mar Muerto. [Fin de la cita]

Para obtener más información asombrosa sobre el terremoto que ocurrió inmediatamente después de que el Señor entregara el espíritu, haz clic en la sección GodSaidManSaid, " The Day Jesus Died (El día que Jesús murió)".

Jesucristo fue, es y será por los siglos de los siglos. Los hombres sabios aún lo buscan.